miércoles, 18 de febrero de 2015

Hugo Bustíos: La historia de su asesinato y el ex ministro involucrado


Foto Caretas
 
Era el año 1988, Ayacucho vivía uno de los periodos más violentos durante el Conflicto Armado Interno (CAI). Hugo Bustíos era corresponsal de la revista “Caretas” en esa zona.
 
El  24 de noviembre  Bustíos y su colega Eduardo Rojas se dirigen a la Base de Castropampa para pedir autorización al Comandante EP La Vera Hernández, para ingresar a Erapata donde querían investigar el asesinato de personas a manos de terroristas de Sendero Luminoso.  En ese momento La Vera le dice a Bustíos que un senderista capturado de alias “Sabino” lo había señalado como colaborador de dicho grupo terrorista.  A pesar de eso lo autoriza a ingresar, junto a su colega, a dicha zona.  Previo a eso algunos testimonios dan fe de que una patrulla salió del cuartel con cuatro militares vestidos de civil.

Bustíos y Rojas viajaban en motocicleta y cuando estaban cerca de Erapata fueron emboscados. Aunque Rojas estaba herido, logro escapar, Hugo quedo también herido y fue atrapado por aquellos que los emboscaron. Para matarlo le pusieron una carga de dinamita haciéndola explotar de inmediato.  Los que los emboscaron vestían jeans y polos pero usaban armamento militar. Hugo Bustíos tenía 38 años en ese momento, estaba casado y tenía cuatro hijos menores.

Algo que no esperaban los asesinos es que Eduardo Rojas había logrado reconocer al que coloco la dinamita a Hugo. Se trataba del comandante EP Amador Vidal Sambento.

¿Por qué asesinar a Bustíos? Semanas antes había fotografiado a La Vera y dicha foto había pasado al archivo del fiscal Escobar, encargado de investigar las desapariciones ocurridas en Ayacucho. Al parecer dicho comandante nunca perdono el que su identidad se haya incluido en dichos expedientes del fiscal.

El caso fue archivado por el fuero militar policial a pesar de los varios testimonios que involucraban a oficiales del ejército en el asesinato.

La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), en el año 2002, y durante las audiencias en Huanta, recogió el testimonio de la viuda de Bustíos, la señora Margarita Patiño. La CVR incluyo el caso de Bustíos entre los que se le solicitó al Ministerio Público que investigara por haberse cometido una clara violación de derechos humanos.

La fiscalía denunció al teniente coronel EP Víctor La Vera y al mayor EP Amador Vidal. El año 2007 se determinó que La Vera ordenó el crimen y que Amador Vidal fue uno de los que participaron en la ejecución  y fueron condenados a 17 y 15 años de prisión respectivamente.  No se identificó a los otros integrantes de la patrulla por lo que el Ministerio Público continuo las investigaciones. En el año 2009 Amador Vidal declaró que fue el Capitan EP Daniel Urresti fue quien dirigió la patrulla que asesino a Bustíos y que intento asesinar a Rojas. Esto fue corroborado por La Vera. También revelaron que el cuarto oficial que fue parte del operativo era el Sargento EP Jhnonny Zapata, quien ya había fallecido.

El Ministerio Público a Daniel Urresti  y en junio del 2013 un juez de Ayacucho dispuso la apertura de instrucción contra él como autor mediato por el delito de asesinato y crimen de lesa de humanidad.  En junio del 2013 un juez le abrió proceso penal y se estableció que debe ir al juzgado una vez al mes y que no puede abandonar el país. Actualmente el caso está en la Tercera Fiscalía Penal Nacional. Este año 2015, en estos días de febrero, se debe emitir el dictamen acusatorio.

A pesar de todo lo narrado el señor Urresti ha sido ministro del gobierno de Ollanta Humala, pero al parecer la imposibilidad de seguir retrasando el dictamen acusatorio contra Urresti ha sido la causa de su salida del gabinete. Un ministro que se va sin haber logrado que la inseguridad en las calles disminuya y que en la memoria de mucha gente será recordado por la dura represión contra las marchas de jóvenes, por sus peleas virtuales y por supuesto por los heridos de bala en Pichanaki y el asesinato de Ever Pérez Huamán

Mientras tanto la familia de Bustíos espera Justicia.